domingo, 10 de febrero de 2013

Rosa Díez: "En otros paises los corruptos dimiten, aquí les damos un premio"


La portavoz parlamentaria de UPyD considera a la corrupción como la mayor lacra de la sociedad que requiere una actuación preventivia y punitiva 
VALENCIA (Fotos FERNANDO CÓZAR). "Dignificar comportamientos, ser más transparente, acabar con la corrupción y practicar la verdad" son las claves, segúnRosa Díez (Sodupe, Vizcaya 1952), para sanar la brecha entre ciudadanos y políticos. "Los políticos olvidan que su sueldo lo pagan los ciudadanos, que por tanto son los jefes".
No tiene nada contra Mariano Rajoy aunque en el hemiciclo los turnos de palabras entre ellos rezumen tensión. "No tengo nada contra él. En todo caso el que tiene un problema es él. Que se lo haga mirar".
Rosa Díez heredó de su padre la pasión por la política que desempeñó, en primera línea en el PSOE hasta que en 2007 dijo "Basta Ya" y creo su propio partido, Unión Progreso y Democracia (UPyD). Se considera una mujer ecléctica en sus gustos y aficiones que practica en función de su estado de ánimo.
Tiene un nieto, dos hijos, una que vive en Madrid y un chico del Atlético de Madrid; un marido y dos perros con los que le gusta pasear por la montaña. Pese a trabajar por la igualdad y la libertad se ha acostumbrado a vivir con escolta y a reconocer que a las mujeres se les pide notable cada día. "Primero se nos mira y luego se nos escucha".

-¿Qué hacen los políticos con tanta pérdida de credibilidad ante los ciudadanos?
-Personalmente no hago nada para perder credibilidad. Pero sí, en algunos casos no se cumplen los compromisos y esto hace perder confianza en los políticos y en la política. La conclusión es que la desafección entre la clase política y los ciudadanos genera un grave problema para la democracia. Y hay que hacer algo para sanar esta brecha.

-¿Cómo qué?
-Procurar hacer las cosas de la mejor manera posible. La política es una vocación y un compromiso y, en mi caso además, una pasión. La única vía para recuperar esta falta de confianza es dignificar los comportamientos y la transparencia, atajar definitivamente la corrupción, respetar la verdad y practicarla. Los ciudadanos son los jefes, porque son los que pagan, y no soportan ni la falta de transparencia, ni la corrupción, ni que se les omita la verdad. 

-¿De la corrupción se habla en los pasillos del congreso?
-La corrupción es la mayor de las lacras en la sociedad que requiere una actuación preventiva y punitiva, y no solo por parte de los tribunales sino también por parte de los políticos y de los partidos. Como no reaccionamos correctamente la brecha entre ciudadanos y políticos crece. A los partidos tradicionales no les interesa y se resisten a cambiar. Si no cambiamos los ciudadanos nos cambiarán. También es verdad que los ciudadanos nos quejamos mucho, pero no actuamos. En general no creo que los políticos españoles sean más corruptos que los alemanes, franceses o ingleses. La diferencia es que esos países los corruptos dimiten y en España les damos un premio y los volvemos a votar. Bastaría con no votarlos para que todo cambiara. 

-Últimamente se habla mucho de recortes sociales, en sanidad, educación, tercera edad, etc, pero poco de recortes en altos cargos de instituciones públicas, ¿qué piensa al respecto?
-Llevamos tres años reclamando la reducción en el Congreso de los Diputados. Hemos publicado dos libros con cálculos exactos de lo que nos ahorraríamos si evitáramos duplicidades y despilfarros. 45.000 millones de euros al año. Hemos propuesto fusión de ayuntamientos. España es el único país de la Unión Europea que mantiene la misma estructura desde la Segunda Guerra Mundial. Mantenemos municipios, diputaciones, mancomunidades, gobiernos locales, etc. Otra cosa es que los partidos, que diariamente parecen enemigos irreconciliables, en esta materia, están de acuerdo con que no cambie nada. Les interesa más mantener su chiringuito que beneficiar a los españoles.

-Usted acaba de pedir que se hagan públicas las nóminas de diputados, ¿por qué? ¿No se sabe ya lo que ganan? Y en todo caso ¿por qué se resisten a hablar de unas ganancias públicas? 
-No se sabe lo que ganan. ¿Usted sabe lo que gano yo? Lo puede saber porque nosotros lo publicamos en la web de nuestro partido. Pero ¿mire en la web del Congreso de los Diputados a ver si las encuentra? Aparecen las retribuciones generales, pero no las reales. Sueldo base, lo que se gana por asistir a una portavocía, las dietas, etc. Ese no querer publicar la nómina real de cada uno, hace que la gente pueda pensar que un diputado cobra 20.000 euros al mes. Un magistrado norteamericano decía que la mejor cura y el mejor desinfectante es la luz del sol, la transparencia. Lo peor es que el sueldo lo pagan los ciudadanos y por tanto tienen derecho a saber. Algo tan obvio como esto cuesta un trabajo inmenso, que ni le cuento.

-Montoro ha anunciado que Hacienda publicará la lista de morosos, ¿esto nos acercará más a la transparencia?

-No sé a qué esperan. La transparencia es la base de la democracia. Si ejecutan tan rápido cuando un ciudadano no puede pagar la hipoteca por qué no hacen lo mismo cuando tienen esas sospechas.

-Desde fuera cuando los vemos en el Congreso parece existir mucha tirantez entre usted y Rajoy, ¿a qué se debe esa animadversión?
-Personalmente no tengo ninguna. Esa pregunta se la debe hacer a él. Yo cumplo con mi tarea, formulo las preguntas con educación, e incluso a veces con mucha suavidad y la verdad es que la reacción de Rajoy es la que es. Todo el mundo, hasta los camareros me pregunta por esto. Lo llamativo es que reaccione así conmigo porque con todos los demás no lo hace. Trata mucho mejor al portavoz de Amaiur que a la portavoz de Unión Progreso y Democracia. Él tiene un problema, que se lo haga mirar.

-El pensionazo ha unido por primera vez a casi todos los grupos del arco parlamentario ¿es para celebrarlo o llevarnos las manos a la cabeza?

-No es la primera vez que toda la oposición vota unida en contra de un decreto que supone recortes sociales. Lo que sí es inédito es que presentemos un recurso, toda la oposición, ante el Tribunal Constitucional. También llama la atención que en cosas que deberíamos estar más unidos, las siglas lo impidan. La política está por detrás de las siglas.

-¿Sigue considerando que el rescate es inevitable?
-Sí. No es una opción. Todas las condiciones que nos han impuesto, que son las que se piden para un rescate, las hemos cumplido, la última la de las pensiones. Y hasta el momento hemos obtenido financiación para la banca, que la vamos a pagar todos los españoles. Lo que era deuda privada se ha convertido en deuda pública, aunque el presidente del Gobierno dijera en su día que no la íbamos a tener que devolver, ahora ya sabemos que sí. Desgraciadamente creo que no saldremos de esta sin una ayuda externa. El presidente del Gobierno gobierna España como ha dirigido siempre su partido esperando a ver si otros se aburren antes que él y dejando que las cosas se pudran. Se empeña en decir En España que no negocian nada cuando salen fuera. Cuando Alemania lo lee en sus periódicos se siente en situación de imponernos más condiciones.

-¿Y si el rescate es inevitable para qué tanto recorte?
-A pesar de todos los recortes el rescate es inevitable. Los recortes son impuestos por la Unión Europea. Europa no es que sea mala. No me gustan las frases que dicen: ¡Oh Alemania es la mala! Existe una clara interdependencia. Lo que ocurre en España afecta al resto y viceversa. Es verdad que hay una política de recortes que no va acompañada con otra de crecimiento, y esto nos está ahogando. 

-¿La política de 'donde digo digo Diego' está de moda?
-En algunos políticos. No se puede generalizar. Algunos como Mariano Rajoy aducen que la realidad le impide hacer lo que dijo. Hay costumbre de mentir. A veces lo peor no son las medidas, sino las mentiras previas y posteriores. 

-En Valencia se acaba de procesar a nuevos miembros de la trama Gürtel, casi todos políticos, ¿en qué lugar dejo esto a la clase política?
-Un cargo público que esté procesado con acusación formal tiene que dimitir. Mantenerse dentro de la institución es hacer daño a la democracia y no lo deberíamos permitir. En España esto se hace y además de manera reiterada.

-Hablemos de UPyD, ¿está su partido preparado en Valencia para recibir una afiliación en masa de ex militantes y descontentos procedentes del PP?
-Nosotros no estamos preparados ni en Valencia, ni en ningún sitio para recibir afiliaciones en masa. Estamos preparados para hacer política, para defender y proponer alternativas ante lo que está ocurriendo. Yo sé que les gusta mucho a determinados medios de comunicación, pero a nuestro partido llegan los militantes de uno en uno y no se les exigimos nada más que estar de acuerdo con nuestro programa y comportarse. En nuestro partido, por ejemplo, los imputados ni siquiera pueden ir en las listas. Además elegimos a nuestros candidatos en un procedimiento de primarias, no fichamos a nadie. Toni Cantó tuvo que ganar unas primarias para ser candidato.

-Hablando de Toni Cantó en su día se dijo que carecía del respaldo del partido en Valencia...
-Toni Cantó se presentó a unas primarias, como yo. Ninguno de nosotros tiene que tener el respaldo del partido, lo tiene y a nivel orgánico después de ganar. Para ganar hay que tener el respaldo de los afiliados. Cada afiliado del partido puede presentarse sin avales. Ya te puedes llevar bien con el jefe, que como no te voten los afiliados no tienes nada que hacer y luego como no te voten los ciudadanos pues tampoco llegas a ninguna parte.

-Se dice que UPyD es el partido de los 20 euros ¿se han planteado bajar la cuota mensual ahora que estamos en crisis?
-Tenemos una cuota de 20 euros y una reducida de 7 euros para los que acrediten que no pueden pagarla. Creemos que los partidos políticos tienen que autofinanciarse al máximo posible y lo practicamos. 

-¿Con una vida tan ajetreada como la suya le queda tiempo para su nieto?
-La exprimo y la vida me exprime a mí. Tengo un nieto, dos hijos, un marido y dos perros. Me apaño como puedo e intento dormir en casa tres días a la semana porque la familia, junto con la política son mi vida.La corrupción, el retroceso de la democracia

VALENCIA. Lourdes Reyna (Valencia, 1979) estudió Ciencias Empresariales internacionales en Icade y Alemania. Su primer trabajo fue como consultora estratégica en Deloitte. Le encantaba, pero más su hija de año y medio que reclamaba su atención. Paso por la banca privada en Beta Capital donde gestionó un fondo de inversión en arte: Valencia Arte Contemporáneo. Si bien los números le gustan, se siente pez cuando se trata de realizar tareas comerciales y relaciones públicas. Por eso y por aquello de la tradición tira, y su familia estuvo vinculada dueante muchos años al diario Las Provincias, aceptó dirigir y poner en marchaTele 7 en Valencia.
Un proyecto que tres años después de constituirse acabó absorbido por las sombras del caso Gürtel y de José Luis Ulibarri, su presidente. Lourdes dice que "ni pagando el mejor master se aprende lo que allí aprendí". Hoy es la gerente deMalvarrosa Media, productora audiovisual que estrena próximamente "Lo mejor de Eva" un film de Mariano Barroso protagonizado por Leonor Watling. Entre el piano, los festivales de cine, la pintura, la gastronomía y su hija de 12 años transcurre la vida de Lourdes Reyna.
-¿Por qué salta una ejecutiva del mundo financiero al audiovisual?
-Porque me aburría bastante. Por eso, empecé a moverme por las inversiones en arte. Buscaba inversiones atractivas que lo fueran, también, a nivel humano y que me dieran satisfacción. El arte siempre estuvo presente en mi vida. Y de la pintura salté al cine y a los espacios culturales como la Rambleta. 
-¿Y ahora en qué anda metida?
-Estamos rodando una TV movie para Canal 9 y TV3. Una especie de Sexo en Nueva York, pero a la española con tintes mediterráneos.
-¿Es muy diferente trabajar para el cine que para la televisión?
-A nivel técnico no, sí en cuanto a gestión.
-¿En el mercado del cine abundan las grietas?
-Tantas que ni se pueden contar. El mercado está fatal. Da mucha pena. Lo último, la subida del IVA. En el cine se trabaja con plazos muy largos. En una película puedes estar trabajando cuatro años, como mínimo. Este año se han rodado 20 películas de las 120 que se venían rodando en los últimos años en España. Es un descenso terrible.
-¿Cómo le afecta a Malvarrosa Media?
-En nuestro caso este año no hemos rodado ninguna película, estrenamos 'Lo mejor de Eva', con Leonor Watling y dirigida por Mariano Barroso; y el próximo volveremos a rodar. Es un proceso largo. Primero hay que encontrar el guión o encargarlo a raíz de un buen libro, levantar la financiación sin contar con los bancos, producirlo,Con el director de cine Bigas Lunrodarlo, montarlo y estrenarlo.
-¿Una gerente como usted está en todo?
-Pues sí. Empecé como inversora, pero al irse la gerente que tenían acepté. Normalmente estoy cuando me necesitan, pero en los rodajes me vuelco completamente. Mi papel no se reduce a gestionar la parte financiera, también leo guiones, opino y aporto mi visión.
-¿Qué le parece la reciente subida del IVA en la cultura?
-Quiero verlo como un asunto temporal debido a la crisis. Entiendo que si no hay dinero para la salud, tampoco puede haberlo para la cultura, pero también que si nos quitan posibilidades económicas nos las tienen que dar por otro lado. Veo muy interesante la vía de las desgravaciones fiscales, actualmente en un 18%, y que puede ser muy atractivo para los inversores privados.
-¿Entonces y de momento, el incremento del IVA resentirá la calidad?
-No creo. Telecinco acaba de estrenar 'Lo Imposible',Un supertaquillazo a pesar del IVA. Es un ejemplo de que cuando las cosas se hacen bien tienen retorno.
-¿Los inversores privados son mayoritariamente españoles?
-Nosotros, de momento, sólo hemos trabajado con españoles, pero con la globalización todo llegará.
-¿Hay interés en otros países por el cine español?
-Sí, pero también nos interesa buscar coproducciones internacionales para dar mayor proyección a nuestro cine. Ahora tenemos en marcha un proyecto, "La vida inesperada", una obra de Elvira Lindo que se rodará, en coproducción con EE.UU, en Nueva York.
-Volviendo al IVA ¿cómo ajustan los precios?
-En nuestro caso como productores tenemos un claro planteamiento de negocio. Levantamos financiación para una película hasta llegar al 100% del coste, sin incluir la producción ejecutiva, etc... que ya la tenemos pagada. Si es un taquillazo, es un ingreso extraordinario. Es muy difícil hacer taquilla con una película española. De las 120 que hubo el año pasado, sólo a 4 o 5 les llegó algo de la taquilla. Para evitar que tu vida sea una lotería hay que diseñar el negocio sin contar con ello y cobrar tu beneficio antes de estrenar. Si te encuentras con taquilla, fiesta.
-¿Los festivales ayudan?
-Sí, pero cada día hay menos. A unos tienes que ir y a otros, te lo piensas.
-¿Cuánto cuesta hacer una película?
-La media es de dos millones y medio de euros. Las grandes producciones superan los 30 millones de euros. Entre ambas cantidades se mueve el mundo del cine. Excepto en Hollywood, pero ni nos lo planteamos. Allí el coste medio por película es de 100 millones de euros. Nuestro cine se puede comparar con el cine de autor europeo.
-¿Por estar en Valencia, Malvarrosa Media está abocada a hacer cine valenciano para recibir subvenciones?
-En cierto modo. Las ayudas que recibimos dependen de parámetros como si cuentas con director y guionista valenciano, el rodaje es por aquí, etc.
-¿Es posible trabajar sin subvenciones?
-No. Por eso si no sustituyen los recortes por incentivos fiscales u otras medidas, esto podría ser una merienda de negros. Esperamos que la nueva Ley General de la Comunicación Audiovisual sea un impulso para salir de esta crisis con nuevas reglas de juego. Lo que está claro es que levantar una película con financiación 100% será muy difícil.
-Estudió empresariales en Alemania, ¿veía venir su preponderancia europea?
-Estudié en el Colegio Alemán e hice dos años de la carrera allí. Me fascina la forma tan estructurada y organizada que tienen de trabajar; y el compromiso que adquieren con las cosas. Pero les falta improvisación y espontaneidad a la hora de reaccionar ante los problemas. Lo que veo es que si ellos imponen las reglas de juego en Europa es porque también son los que están financiando una gran parte de la solución a la crisis y es normal que exijan.
-Según tengo entendido, allí decidió ser madre soltera, ¿en este sentido también tendríamos que aprender de ellos?
-La verdad es que sí. De los dos años que estuve, uno lo pasé embarazada y otro estudiando y con mi hija. Otro de los motivos de la vuelta fue precisamente la necesidad de apoyo familiar. Las ayudas eran fabulosas y además me podía llevar a la niña a clase, estaba la primera en la lista para la guardería, recibía fuertes ayudas económicas, etc.
-¿O sea que repetirá?
-¿Otro niño? No sé. Me encantan y nunca se sabe. De todos modos trabajar y ser a la vez padre y madre es complicado.
-Pese a estudiar ciencias empresariales, ¿finalmente pudo más la tradición mediática familiar?
-Sí. En aquellos momentos estaba intentando desarrollar proyectos que se alejaran de lo financiero puro y duro. Era el momento en el que se empezaba a organizar el panorama audiovisual en España y desde el Banco Beta Capital montamos un grupo de inversores para licitar y optar a licencias televisivas. A mí en general me gusta emprender.
-Sin embargo, la experiencia en Tele 7, de donde salieron un poco perjudicados, ¿le ha quitado las ganas?
-No, para nada. Fue una experiencia muy bonita dirigir un equipo humano y crear siete televisiones. Era apasionante, crear en papel desde una filosofía, un equipo... y llevarlo a la práctica.
-¿También le gustaba la cara B?
-Esa no tanto. Las peleas de socios y la tensión que se generó fue deprimente. La avaricia es lo que hizo que el proyecto en sí fracasara cuando tenía muchas y buenas posibilidades de triunfar. Aunque fue duro, reconozco que ni pagando el mejor master se aprende lo que allí aprendí. Gracias a esa experiencia conocí a los productores de Malvarrosa Media que inicialmente estaban participados por Lladró. Cuando quisieron cerrarlo vimos una buena oportunidad inversora y entramos nosotros.
-¿Lo mismo que ocurrió en la Rambleta?
-Sí, allí ejerzo de consejera. Fue una licitación del Ayuntamiento de Valencia a la que accedimos para gestionar el centro cultural público. Esto coincidió con nuestra desinversión como grupo familiar de Las Provincias, por el tipo de negocios que es a mi padre lo que le apetecía. A él le gustaba más, como ocurre con Malvarrosa, obtener un retorno no sólo económico, sino experiencial y humano.
-La Comisión Europea discute sobre una propuesta para imponer una cuota femenina del 40% en los consejos de administración de grandes empresas, pero algunas de las comisarias, mujeres, se oponen, ¿qué le parece a usted que es consejera e inversora?
-He nacido en la democracia y con unos derechos adquiridos como mujer. A mí nunca nadie en el trabajo me ha puesto una traba por el hecho de ser mujer. Creo que en su día las feministas hicieron una labor fundamental para todas las mujeres, pero a partir de ahí creo que a las personas se les tiene que valorar por su valía, no por su condición. La medida me parece absurda. Hay muchas mujeres en puestos fundamentales y valoradas. Hay que elegir a las personas por su valía, no para cumplir una cuota.
-¿Entre las artes que le apasionan también está la música?
-Sí. El piano y el canto. De hecho estudié canto y en un momento dado de mi vida me planteé si seguía por ese camino o no.
-¿Por qué se frenó?
-Por miedo. Estudiaba canto con Enedina Lloris. Una soprano habitual en la Scala de Milán, que cantó con tenores como Plácido Domingo o José Carreras, y que un buen día tuvo que abandonar su carrera por problemas de tiroides y dedicarse a dar clases. No me veía dando clases el resto de mi vida. El canto es una profesión en la que dependes demasiado de tus cuerdas vocales.
-¿Era niña prodigio?
-No, pero sí que tenía sensibilidad y tenacidad. Mis profesores me animaron, pero fui cobarde.
-¿Asignatura pendiente y recital navideño?
-Ambas cosas. Aunque ahora me da más vergüenza cantar y tocar el piano que antes. La falta de práctica te oxida.
-¿Qué otras personas le han marcado?
-Bigas Luna, porque es un renacentista. Con él la vida no es solo cine y eso es muy creativo. Y me hubiera gustado conocer a Alfred Hitchcock, pero llego tarde.Lourdes Reyna

María José Ferrer: "Hoy en día resulta muy difícil 'enamorarse' de un partido político"


VALENCIA. "La búsqueda de fraude en pensionistas y parados no va a resolver la crisis", según María José Ferrer de Sansegundo(Valencia, 1962), "hay que mirar con lupa el capítulo de gastos públicos y el sentido que tienen algunas instituciones públicas en el siglo XXI". Analista política, pero sobre todo abogada en ejercicio, considera que en estos momentos de crisis ni se pueden aplicar medidas disuasorias, como las tasas judiciales, ni concebir que por ser de izquierdas o derechas tienes que pensar únicamente de una manera. "Gallardón debería pensar que cuando estamos todos en contra debe ser por algún motivo".
Pero además es una mujer con muchos recursos. Violinista. En su juventud tocó en la Joven Orquesta de Cámara de España. Ha sido presentadora en Canal 9 con el programa Parlem Clar, columnista de prensa y profesora de Derecho Civil de la Universitat de València durante 16 años. En su casa la música es imprescindible y tanto su marido, que "canta como los ángeles", como sus hijos, que tocan el piano y el violín, amenizan las veladas familiares que en estas fechas son tan habituales.
-Jurista y politóloga, ¿de qué ejerce más últimamente?
-Mi actividad principal ha sido la de jurista. Desde hace 27 años ejerzo como abogada y como profesora de Derecho Civil en la universidad, empecé a los 25 años.
-¿Y además es violinista?
-Sí, hay quien dice que soy renacentista y polifacética, pero no son definiciones muy modernas.
-¿Le gusta más friki?
-Bueno, bueno. La verdad es que siempre he necesitado hacer muchas cosas a la vez. Formé parte de la Joven Orquesta de Cámara de España y por casualidad, más tarde, empecé a hacer análisis políticos.
-¿Cuál fue el azar?
-Una persona que me invitó a participar en tertulias televisivas en Tele 7. Digamos que me gustó tanto que decidí formarme en Ciencias Políticas y de la Administración, con cierto esfuerzo por la edad, pero ya que estaba, quise formarme mejor.
-¿Qué tiene de apasionante el análisis político actual?
-Por un lado tenemos una crisis económica sin precedentes, una crisis política y otra institucional. Se está resquebrajando la confianza y algo que me parece grave e importante es que asistimos a una desafección de los ciudadanos por la clase política. La entiendo porque a mí misma me pasa. Hay muchos problemas, la gente lo está pasando muy mal. La paciencia ya no es suficiente. Por otro lado creo que la sociedad civil tendría que implicarse más. Los que hemos tenido la suerte de formarnos en ella, éste es el momento de devolver a la sociedad lo recibido.
-¿Se volvería a apuntar a un partido político, como ya lo hizo en su juventud con el Partido Reformista Democrático?
-Ni lo contemplo ni lo descarto. Para mí la política es como un matrimonio al que se llega muy enamorado. Aunque actualmente es muy difícil enamorarse de los partidos políticos existentes. Pero a la vez, y aunque sea una contradicción, siento la necesidad de ayudar y aportar algo. El problema es cómo.
-¿Cambiando el sistema?
-Si la coyuntura fuera distinta, el sistema no se vería tan imperfecto, pero las malas situaciones evidencian más los defectos. Lo que está claro es que el sistema tradicional necesita una revisión porque el problema, más que las personas, es el proyecto. ¿Cómo se llega a ser candidato? ¿tendremos listas abiertas o no? Otro cambio tiene que llegar por los modos. No puede ser que un político mientras actúa, la mitad de él esté pensando en cómo preservar su escaño. De todos modos presumo buena fe a una parte de los políticos, excepciones personales aparte que acaban en los tribunales. Dinamitar lo conseguido no es el camino.
-¿Cómo construimos la sociedad?
-Para empezar no pensando que el otro no tiene razón en nada. Estadísticamente es imposible que esto ocurra. Esto lastra el sistema. Esta polaridad se reproduce como una plaga entre partidos políticas, izquierda o derecha, y en el resto de sectores, periodismo, medicina, derecho, etc. De tal modo que llegas a vivir situaciones enloquecidas, como, que antes de contratarte para participar en una fundación, revisen qué dijiste en tal o cual medio de comunicación. No se puede etiquetar tanto a la gente. Pensar de una manera en un tema y de otra en otro, es normal y también sano. Lo contrario, la polaridad, empequeñece el desarrollo de la política, el diálogo y la posibilidad de encontrar soluciones. En un momento tan grave como el actual, cambiar estos mecanismos de convivencia es muy necesario.
-¿La debacle del PDR no la animó a seguir en política?
-En mi juventud además de seguir con entusiasmo los debates televisivos, me inscribí en el Partido Reformista Democrático de Antonio Garrigues Walker y Miguel Roca con el que fui candidata al Congreso de los Diputados. Pero el fiasco fue tal que no quedaron ni las brasas y tuve que abandonar esta vertiente personal. El PDR se presentó antes de tiempo a las elecciones, pese a contar con un gran apoyo mediático y financiero. Fue tal la decepción, porque para una vez que me enamoraba hasta las trancas, que me fui a mi casa. También es verdad que algunos pasaron a otros partidos y han tenido grandes responsabilidades en esta comunidad.
-¿Cómo ve la situación del PSOE en España?
-El PSOE está en el peor momento histórico. Va a tardar mucho tiempo en poder superar el lastre de la pésima gestión de Zapatero, tanto a nivel económico como con respecto a las crisis territoriales que se abonaron en sus años de gobierno.
-Pese a los intentos de algunos sectores del partido por cambiar la dirección parecer ser que otros se resisten
-El problema va más allá de cambiar a Rubalcaba por Chacón o García Monje. Mantener los estilos y las formas de circular producirá más de lo mismo. La sociedad habla, pero no la escuchan. Las elecciones catalanas han dado unos resultados, pero ellos, tanto PP como PSOE hacen lecturas equivocadas. Es decir para ellos como el fracaso en relación a lo que era la expectativa ha sido de CiU los demás no han fracasado. También creo que Rubalcaba debería darse cuenta de que su tiempo ha pasado.
-¿Y la situación del PP?
-Es evidente, y lo dicen las encuestas, que su modo de gobernar ha generado una gran decepción en la sociedad. No sé si tendrán tiempo para mejorar la economía, pero lo que se ve es desencanto y desconcierto en sus votantes. Muchos de los compromisos políticos con los que llegaron al poder no se han cumplido y si lo han hecho ha sido en sentido inverso. Les ha fallado la comunicación. Ni lo han comunicado, ni ha sabido cómo hacerlo.
-En su faceta como periodista presentando debates en TV como Parlem Clar o el Agora ¿se ha sentido libre ejerciendo esta profesión?
-En la etapa de Ágora en Tele 7 dirigí los debates, no así en Parlem Clar, de Canal 9, donde mi función fue simplemente de presentadora. En Tele 7 tengo los recuerdos más gratificantes de mi vida. Me apasiona la política y la comunicación. Y allí sí tuve absoluta libertad para elegir temas y contertulios. En Parlem Clar fui simplemente presentadora. Aprendí mucho, aunque no siempre fue fácil, pero hice grandes amigos.
-¿En Parlem Clar daba la sensación que siempre iban los mismos contertulios?
-A veces se podía pensar esto. Siempre he pensado que los debates son más enriquecedores cuando se presentan ideas distintas, pero en el momento en el que se emitió el programa, durante el tema Gürtel, no tuvimos que recordar ninguna interpelación parlamentaria y se hizo con bastante dignidad. Aunque insisto fui una simple presentadora, no tenía voz ni voto en la elección de ponentes ni de temas.
-¿Volvería a hacerlo en esas condiciones?
-En este momento y dada la situación de Canal 9, no. Me prorrogaron la temporada, pero por otra serie de circunstancias finalmente prescindieron de mí.
-Hablemos de actualidad. Se anunciaba hace unos días que el Gobierno iba a buscar en empresas, pensiones y paro si había fraude, ¿cree que deberían buscarlo también en el capítulo de gastos públicos y analizar qué sentido tiene en el siglo XXI instituciones como el Senado o las Diputaciones?
-Absolutamente de acuerdo. El problema está en el gasto, no en el ingreso. Un artículo alemán se refería a ello recientemente recordando que nuestro sistema territorial en lo que es multiplicidad de gasto es insostenible. Hemos querido hacerlo así para cumplir una serie de compromisos políticos y no agraviar a las regiones, pero al final tenemos una situación insostenible. La búsqueda de fraude en pensionistas y parados no va a resolver la crisis.
-Ya que le toca de cerca ¿tiene ya claro cómo va aplicar las tasas judiciales a sus clientes?
-En esta cuestión soy muy crítica y muestro mi público desacuerdo. La cuantía es desproporcionada, tanto para el nivel como para los recursos económicos que tiene la clase media. Las tasas son justas cuando son disuasorias no cuando su fin es recaudatorio o inhibitorio. No me gustan los criterios aducidos para aplicarla, porque no son ciertos. Las personas no abusan a la hora de acudir a los tribunales. Nosotros somos los primeros en informar a un cliente si vale o no la pena reclamar. Además esta medida ahogará más a los despachos pequeños de abogados. Gallardón debería pensar que cuando estamos todos en contra debe ser por algún motivo.
-¿Dónde se quedó la violinista que lleva dentro?
-Está. Un músico nunca deja de serlo. Empecé a los seis años. Estudié varios instrumentos, compuse obras y la dejé porque en un momento de mi vida estudiar Derecho fue la única opción. Quería estudiar periodismo, pero había que salir fuera de Valencia. Estudiaba con becas y al no poder irme a Madrid me matriculé en Derecho pensando en cambiar al año siguiente. Me enriquezco mucho con lo que te da la vida. No tengo miedo al cambio. En la facultad me conocían como la violinista y en cuarto de Derecho me percaté que la vida del músico no era tan divina como la había imaginado. Soy la abogada que soy por el músico que fui. Todo lo que hemos sido no desaparece, se integra. De hecho utilizo los signos musicales cuando hago escritos.
-¿Entonces sus navidades están siendo musicales?
-Tengo dos hijos. El mayor estudió piano, ha estado en un grupo musical y mi hija toca el piano. Ah! y mi marido canta fenomenalmente. Sus amigos le llaman Sansinatra y además es sobrino nieto de Joaquín Rodrigo.
-¿Lo veremos en la próxima edición de La Voz?
-Eso le digo, que se presente.

Joaquim Bosch: "Si el Gobierno no da marcha atrás, la Justicia irá a la huelga"


VALENCIA. Joaquim Bosch (Cullera, 1965), es portavoz nacional de Jueces para la Democracia (JpD) y magistrado. Asegura que un año después de la llegada de Ruiz Gallardón al Ministerio de justicia, las expectativas de futuro del poder judicial son tremendamente negativas, como dejar fuera del sistema a 1.200 jueces sustitutos, lo cual repressenta un ahorro de 20 millones de euros, pero los asuntos judiciales se van a retrasar más. Lamenta que aunque la Ley de Tasas ya ha conseguido reducir un 10% la letigiosidad, ha sido a costa de una amplia capa de la población que se va a quedar fuera del sistema judicial.
Comenta que el mayor porcentaje del número de delitos indultados son cargos públicos, políticos, policías y personas cercanas al poder ejecutivo. "Por eso, y con razón, la sociedad piensa que la justicia no es igual para todos". Anuncia una posible huelga de la judicatura si el Gobierno sigue adelante con la intención de usurpar funciones del Consejo General del Poder Judicial.
-¿Se ha notado una disminución del número de casos en los juzgados tras la aplicación de las tasas judiciales?
-Los primeros estudios que se han hecho han detectado el descenso de la letigiosidad en un 10%. De todos modos es pronto para saberlo, pero son muchos los abogados que me comentan que no van a presentar recursos porque sus clientes no pueden pagar las tasas.
-¿Puede repercutir negativamente en los casos que llegan a los bufetes de abogados?
-Hay que distinguir dos hechos. Por un lado es cierto que tiene que disminuir la letigiosidad. Si la gente tiene que pagar por un servicio público lo que pasará es que lo utilizará menos. Y por otro, el problema es que si bien descongestionará la justicia será a costa de suprimir el uso de la misma, que por otro lado es un derecho fundamental. Lo que está claro es que una amplia capa de la población va a quedar fuera del sistema judicial. Es una medida, pero no la solución.
-¿Abogados en el paro?
-Está claro que si hay menos casos, los profesionales que los atienden verán mermados sus ingresos. De todos no creo que el problema sea que un colectivo profesional se quede sin trabajo o pierda ingresos, sino el motivo por el que los pierde. Que no es otro que generar un grave perjuicio a la ciudadanía eliminando un derecho fundamental.
-Ley de tasas, desahucios, reforma de Ley Orgánica del Poder Judicial, indultos gubernamentales opuestos a decisiones judiciales, ¿qué futuro le espera al poder judicial?
-Las previsiones son pesimistas y muy negativas. Para nada nos acercamos a Europa. Más bien al contrario. España tiene la ratio de jueces por habitante más baja del ámbito europeo, a unos niveles equiparables a los de Turquía. También estamos en la parte más baja de la UE respecto al porcentaje del PIB que se invierte en justicia. Claro, cuando entró Gallardón en el ministerio se generaron expectativas pensando que esto podía cambiar, pero un año después las evaluaciones de todos: jueces, fiscales, magistrados, abogados, consumidores etc, son tremendamente negativas. En lugar de resolver los problemas estructurales se ha sobrecargado el sistema y aplicado recortes importantes en materia de justicia.
-Respecto a las tasas judiciales, ¿en su juzgado se aplican?
-Hay varias demandas que se están tramitando en los tribunales y es previsible que en el ámbito político se presenten recursos de inconstitucionalidad y por otro lado los jueces podemos plantear esta cuestión de inconstitucionalidad. Aquí no ha llegado ningún asunto en el que la parte alegue esta indefensión.
-¿Qué ha pasado con el proyecto de reforma de la oficina judicial?
-Que al parecer no hay dinero para abordarlo. El actual responde a un organigrama caduco instaurado en el siglo XIX, que no sirve. Hay que aplicar criterios de eficiencia, de eficacia en la gestión, mejorar la ruta de los casos, ir eliminando el papel, etc. Una cosa que va a perjudicar y mucho a los ciudadanos es que en la última reunión con Ruiz Gallardón nos planteó que dentro de la política de recortes del Gobierno, a Justicia le tocaba aportar su parte. Por lo que tenía que recortar 20 millones de euros en la partida de jueces sustitutos. Esto ha dejado fuera del sistema judicial a 1.200 jueces sustitutos y ha recargado de trabajo a los jueces titulares, generando malestar además de resultar de cumplimiento imposible.
-¿Provocará un colapso del sistema?
-Sin duda. El gobierno habrá ahorrado 20 millones de euros, pero los asuntos judiciales todavía se van a retrasar más.
-Por un lado se recorta y ralentiza la justicia y por otra el Gobierno indulta casos sentenciados por ustedes, ¿cómo sienta esta intromisión en las funciones del poder judicial?
-Los indultos de la manera en que se están aplicando suponen usurpar las funciones del poder judicial, que es el que tiene la competencia en un estado de derecho de juzgar qué conductas son o no delictivas. El gobierno está aplicando los indultos de manera arbitraria, sin explicar las razones de porqué se conceden y por tanto no resultan justificables. La Constitución prohíbe la arbitrariedad y obliga a la Administración a explicar y fundamentar sus decisiones. La sociedad no entiende porqué a unas personas se les indulta y a otras, en la misma situación, no.
-Entonces, ¿la Ley de Transparencia es un brindis al sol?
-Efectivamente. El Bobierno debe dar razones y si además, como han publicado los medios de comunicación, en uno de los últimos casos, en Valencia, había conexiones entre el abogado del último indultado y personas del Gobierno, entre ellas el propio ministro, en la sociedad se asienta la sensación de impunidad. El mayor porcentaje del número de delitos indultados son cargos públicos, de carácter político, funcionarios de alto rango, policías y personas cercanas a los que toman las decisiones. La sociedad ante estas medidas piensa que la justicia no es igual para todos.
-¿Qué proponen al respecto desde Jueces para la Democracia?
-Una reforma de la Ley de Indultos y que solo pueda otorgarse por causas justificadas aplicada con criterio de equidad y sometida al poder judicial. Hay que recordar que es una ley de 1870 que ha sido modificada, pero su esencia sigue siendo la misma.
-¿Y por qué se mantiene dos siglos después?
-Porque a los sucesivos gobiernos les ha permitido utilizarla de manera arbitraria. Ningún gobierno ha mostrado su intención de modificarla. El indulto es un vestigio del antiguo régimen, y una institución previa al estado de derecho cuando el monarca absoluto podía revocar lo que quisiera.
-¿Otra nueva vuelta de tuerca al poder judicial puede ser la próxima reforma del Consejo General del Poder Judicial?
-La comisión de estudios del CGPJ ya ha informado negativamente sobre esta reforma que propone el Gobierno. La reforma pretende despojar al CGPJ de una serie de competencias para reservárselas al Gobierno y por tanto subordinar a los miembros del Poder Judicial al Poder Ejecutivo. Es una reforma que atenta contra la independencia judicial. Si el Gobierno asume estas competencias, cuando los jueces asuman causas incómodas para el poder político o económico se puede atacar su independencia. La sociedad necesita espacios de garantía y contrapoder para poder frenar determinados abusos. Además resulta incompatible la intención del ministro de querer despolitizar la justicia con el hecho de haber presionado al CGPJ para tratar de resolver la crisis ocasionada por el caso Dívar.
-¿La huelga es la única medida para frenar estas situaciones?
-No debería ser la única, debería ser la última. Hemos acordado que si todas estas medidas no dan marcha atrás se convocará una huelga en todo el sector de la justicia. La semana próxima habrá una reunión con todas las asociaciones judiciales donde decidiremos si finalmente damos el paso. No es una medida que nos guste, porque el sistema está ya bastante saturado como para generar más perjuicios al servicio público, pero si no tomamos medidas todavía va a empeorar más el sector de la justicia. Es el camino para poder abrir una mesa negociadora que busque soluciones.
-¿Qué tal es Gallardón en las mesas de negociación?
-Es un político experimentado que se mueve a golpe de titular desviando la atención de los problemas reales. Además nuestra experiencia con él ha sido negativa porque nos dio a entender que iba a adoptar soluciones respecto a todos estos problemas, que luego no ha cumplido. Esto ha generado una gran desconfianza por lo que hemos manifestado públicamente que no lo consideramos interlocutor válido, tanto por su falta de palabra como por sus continuas descalificaciones hacia los jueces. Por eso hemos pedido que sea Mariano Rajoy el que se siente en la mesa negociadora.
-¿Qué les parece la última medida de Gallardón de privatizar los registros civiles?
-Es una forma de copago singular y única en el mundo. Hasta ahora, y yo soy juez de registro civil, cualquier persona que pide una partida de nacimiento, tramite un matrimonio o pida una partida de defunción, como servicio público que es, se le da. Gallardón pretende entregar el servicio a los registradores de la propiedad, los registradores mercantiles y notarios para que cobren por todo esto. La medida se ha adoptado para favorecer intereses corporativos de estos cuerpos profesionales, pero no benefician al conjunto de la sociedad. A diferencia de otros copagos, el dinero recogido no irá a las arcas públicas, sino al beneficio de estos colectivos que históricamente han tenido un trato privilegiado. La sociedad no tiene la culpa de que pinchara la burbuja inmobiliaria, ni de que ellos ganaran mucho dinero en su momento.
-Últimamente da la sensación que la justicia parece estar más cerca de los ciudadanos que los políticos al cuestionar los intereses de demora del sistema financiero...
-La justicia está empezando a actuar porque se están paralizando las ejecuciones hipotecarias, mientras espera que la jurisdicción europea declare si nuestro sistema procesal incumple la directiva europea de protección de los consumidores dado que nuestra ley concede privilegios y ventajas a los bancos frente a los ciudadanos. Desde la justicia se está frenando los intereses de demora abusivos, que en algunos casos pueden llegar hasta casi el 30%, siendo incluso mayores que la propia deuda, cuando lo mejor sería que fuera el Gobierno el que regulara estas cuestiones.
-Recientemente se ha puesto en evidencia la relación entre los 22 millones de Bárcenas en Suiza y Frederic François Mentha, empleado de Lombard Odier e imputado en la Operación Emperador, llama la atención que tras descubrirse esta gran operación de blanqueo de dinero los 20 imputados de la trama fueran puestos en libertad. ¿Y a usted?
-Es un asunto que se está juzgando en otro órgano judicial y no sería prudente que me pronunciara para que el compañero juez que lleva la investigación pueda hacerlo de manera independiente, sin presiones, ni opiniones que puedan condicionarle. Pero en efecto hay muchas cosas que deben ser aclaradas.
-¿Por qué en unas causas se acepta como prueba el tráfico de e-mails interceptados y no se aceptan las grabaciones o escuchas telefónicas?
-El Tribunal Supremo tomó una decisión y nosotros como jueces debemos limitarnos a respetarla. Efectivamente Baltasar Garzón ha recurrido ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos señalando que su decisión era correcta y ajustada a derecho, y estaremos a lo que decida el Tribunal Europeo, para saber hasta dónde llegan los límites de la actuación judicial.
-También se habla mucho del paralelismo existente entre las consecuencias que los casos Gürtel y Naseiro tuvieron sobre sus respectivos jueces, Baltasar Garzón y Luís Manglano. ¿Y usted que cree?
-Es verdad que los tribunales anularon las escuchas del caso Naseiro y esto imposibilitó cualquier tipo de condena y en el caso Gürtel o Barcenas todavía está en investigación abierta y hay elementos probatorios que tendrán que ser analizados para poder establecer un paralelismo entre ambas causas.
-¿Qué piensa de la prescripción de los delitos de corrupción?
-En general todos los delitos tienen unos plazos de prescripción, excepto el caso de genocidios o crímenes sobre lesa humanidad. Pero es cierto que los delitos de corrupción no tienen un tratamiento adecuado, en primer lugar porque no hay medios adecuados en los juzgados para poder perseguirlos y esto dificulta las investigaciones; en segundo lugar porque las penas no son proporcionadas al daño causado a la sociedad, son penas muy benignas comparadas con los delitos comunes. En España está muy criminalizada la pobreza con unas penas muy altas para los delitos contra la propiedad, pero son muy bajas las penas que afectan al conjunto de la sociedad. Y en tercer lugar los plazos de prescripción, efectivamente, son muy cortos.
-¿Y algunos acaban además siendo indultados?
-Sin duda. Hace poco vimos los casos del exalcalde y tres exconcejales de Valle de Abdalajis (Málaga) condenados por prevaricación urbanística a penas de entre 3 y 10 años de prisión que fueron indultados sin la consiguiente explicación por parte del Gobierno de los motivos de esta gracia.
-Hablando de otras cosas, ¿por qué se hizo juez?
-Aunque en mi familia no hay antecedentes jurídicos siempre he visto el Derecho como un avance de la civilización y como forma de sustituir la venganza privada por una resolución. Y dentro de la estructura del derecho, la función judicial me parecía el ámbito perfecto para colaborar en la preservación de los derechos fundamentales. Ordenar conflictos humanos con una solución razonada y razonable es una labor importante para la sociedad.
-¿En su casa también ejerce de juez?
-Imposible. Tengo dos hijos pequeños y como cualquier padre paso todo el tiempo que puedo jugando con ellos. Por lo demás me considero una persona normal, a la que no le sale la vena de juez ni en un debate con los amigos. Más bien al contrario, sus ironías y bromas me ayudan a relativizar y no llevarme al espacio personal mi faceta como juez. Afortunadamente separo bastante bien mi vida personal de la profesional.Los jueces en democracia