jueves, 14 de julio de 2011

Vicente Ruiz: "Todos los días me pregunto qué puedo mejorar para que mi jefe -mis clientes- esté más contento"

Plaza Privada / MARÍA COSTA. 05/02/2011 Es accionista y presidente de RNB, la empresa que comercializa los productos Deliplus a través de Mercadona. Empezó en la rebotica del padre de su socio, Romualdo Bertomeu. A los 26 años crearon laboratorios Babe, y poco más tarde Juan Roig se cruzó en su camino. Hoy el 97% de su producción, en la que trabajan 500 personas, es para Mercadona
 
VALENCIA. 2010 no fue un mal año para RNB, la empresa que comercializa los productos Deliplus a través de Mercadona. 67 millones de unidades vendidas, destacando Madrid y Andalucia, 120 millones de facturación y 17 millones de euros de beneficios. Aún así, hubo que ajustar precio, ser más competitivos y ajustar compras. Vicente Ruiz (Valencia, 1964) empezó en la rebotica del padre de su socio Romualdo Bertomeu. A los 26 años crearon laboratorios Babe hasta que Juan Roig se cruzó en su camino. Hoy el 97% de su producción, en la que trabajan 500 personas, es para Mercadona. A Vicente Ruiz el tiempo libre se le va rodeado de sus cinco hijos, jugando al paddel, viendo al Valencia C.F y de paella con los amigos. Es un consumidor nato de sus propios productos aunque reconoce que el "hombre está en mantillas" en el mundo de la cosmética.
-¿Por qué eligió el mundo femenino y el de las cremas en particular para triunfar?
-Más que una elección fue una consecuencia. Junto a mi compañero y amigo de la facultad de Farmacia, Romualdo Bertomeu, empezamos a hacer cremas en la rebotica de su padre y a venderlas.

-¿En aquellos tiempos qué se llevaba?
-En los 90 se estilaba el colágeno, las vitaminas, el germen de trigo e hicimos hidratantes y cremas antiarrugas. Nuestras madres, tías, primas, hermanas y amigas, testaron los productos y nos animaron a seguir.

-¿Investigaban?
-Imposible. Lo único que hacíamos era leer, escuchar y estar al día de todo. Las empresas no investigan sobre nuevos principios activos, sino sobre cómo combinar los 50 ó 60 componentes de cualquier crema. El secreto no está en el producto sino en la combinación de principios.

-¿Querían ganar dinero?
-No era esa nuestra intención inicial. Hacíamos cremas para quitar arrugas e hidratar la piel. Quienes las probaban repetían y eso nos animaba a seguir. Sigue siendo ésta la filosofía de la empresa, aunque hoy son las necesidades de más hermanas, más madres, más mujeres y más amigas.

-¿Con 500 trabajadores las intenciones no se diluyen?
-No, porque los trabajadores de RNB nos planteamos cada día al empezar a trabajar: ¿Qué puedo mejorar hoy para que 'mi jefe', que es 'mi cliente' y el que compra el producto final para sus 1.300 tiendas, esté más contento?

-¿Las cremas de chocolate o cítricos venden más?
-En la cosmética hay una parte de ilusión y de humo que tienes que hacer tangible a través del marketing.

-Por cierto ¿siempre supo que lo suyo iba a ser la farmacopea?
-Nunca he sabido lo que iba a ser de mi y la verdad sigo sin saberlo. Simplemente me gustan los retos. La farmacia ofrece la posibilidad de combinar lo que da la naturaleza, lo que obtienes de ella por parte química y puedes aplicarla en el cuerpo humano.

-¿Un producto caro es más eficaz que uno barato?
-Le puedo hablar de los míos y le puedo asegurar que cumplen perfectamente la necesidad para la que están hechos. Entiendo que una persona no le guste el tipo de envase, el olor, que crea que por gastarse más en una crema es más eficaz... pero que las nuestras no hidraten o quiten las arrugas, lo pongo en duda.

-¿Consume sus productos?
-Sí porque me encantan. Uso mis colonias porque son buenas y no porque las fabrique yo. No entiendo que me tenga que gastar más de diez euros por una buena colonia.

-¿Marcas como Chanel, Helena Rubinstein, Dior... son su horizonte profesional?
-Para nada. Nosotros trabajamos para ser proveedores de Mercadona. Estamos felices y contentos de estar en el proyecto de Juan Roig y no tengo ningún otro sueño. Mi sueño es ser un gran interproveedor de Mercadona y escuchar a gente que me confirma que mi crema de nueve euros es una maravilla. No envidio las marca 'superfrancesa' y se me caería la cara de vergüenza de pensar que alguien ha pagado cien euros por una de mis cremas.

-¿Echa de menos no haber tenido farmacia propia?
-No. En la mili ya empecé a vender cremas a las novias de los reclutas y a las enfermeras del hospital militar. Como nos movía el espíritu de dar la mejor fórmula siempre fue un éxito.

-¿Su primera vez con Juan Roig supo que iba a ser para siempre?
-En 1994 se cruzó en una reunión y ya vi que sería apasionante trabajar con él y pelear por su proyecto. Es de agradecer que nos invitara a su proyecto y fascinante dejarse la piel todos los días. Desde luego fue tan apasionante la primera vez como la última y lo vi hace unos días.

-Oiga, ¿no hay nada en contra?
-Que no tienes tiempo para ir a tomar cañas.

-¿Quién tiene un socio tiene un tesoro?
-En mi caso sí. Es lo mejor que tengo en la vida. Con él nunca acabaré mal. El secreto está en que yo pienso que le debo mucho más a él que él a mí y creo que él piensa lo mismo pero al revés. Así que nos llevamos fenomenal. Además tenemos un gran equipo de dirección y un equipo humano que se está dejando la piel por el producto. Hay discusiones, pero nunca nos enfadamos porque sabemos que vamos en el mismo barco. De todos modos si nadie discutiera las cosas sería porque no se las cree.

-¿Encuentra horas para la vida personal?
-Sin duda, nadie es imprescindible. Somos un equipo que funciona. Los hombres orquesta no existen.

-¿Facturar 120 millones de euros y obtener beneficios de 17 millones de euros da vértigo?
-No. Da vértigo saber que tienes 500 familias detrás. El empresario es feliz si contrata una persona más, aunque suponga más responsabilidad.

-¿Cómo se vive la crisis en RNB?
-Apechugando más y aprendiendo que no tenemos que ir de ricos. Hemos tenido que ajustar precios, ser más competitivos y mejorar en compras.

-¿Usa el pensamiento positivo?
-Si por pensamiento positivo entendemos "¡esto lo vamos a conseguir!", clarísimamente, sí. Más que una reflexión o una frase es una convicción personal.

-¿La diplomacia se cultiva?
-Soy así, pero viene bien cuando eres el presidente de tu finca, por ejemplo.

-¿Qué lugar ocupa el marketing y la publicidad en su organigrama?
-El marketing es imprescindible porque nos ayuda a comunicar que tenemos un gran producto que además cubre las necesidades de la gente sin hacerle un agujero en sus cuentas.

-Sin embargo no-marketing, no-publicidad es un principio de la empresa
-El no-marketing, no-publicidad es una tendencia en el modelo de comunicación de Mercadona. Creo que responde más bien al criterio de "no me digas las cosas, demuéstramelas". Nos gusta el marketing del boca a boca, es más efectivo.

-¿Vivir a la sombra de otra marca, crea marca?
-No vivimos a la sombra de otra marca, vivimos dentro de un proyecto de Mercadona y eso da satisfacción. Nuestra vivencia es que somos una parte viva dentro del proyecto.

-¿La cosmética masculina dejará de estar en mantillas?
-No, porque los hombres somos así, nos gusta estar "en mantillas".

-Caviar, piel de serpiente, cítricos, aceite de oliva... ¿lo siguiente?
-Veneno de serpiente no tenemos, pero sí oro, caviar, aceite de oliva. No le puedo confesar con qué principio estamos investigando para no dar pistas a la competencia.

-¿Al paso que vamos llegaremos a los 67 años aparentando 20 menos?
-Seguro, otra cosa es que cobremos la jubilación, pero por fuera desde luego estaremos estupendos.

-¿Con cremas y deporte?
-Sin duda. Cada mañana hago un poco de cinta en casa y con los amigos, los fines de semana, paddel, paella y Valencia CF. Mi asignatura pendiente es la lectura.

-¿Una debilidad?
-Me gusta estar rodeado de gente. Pasar un día sólo en casa sería un castigo porque necesito hablar, por eso me cuesta escuchar.

-¿Quizá es porque se hace mayor?
-Es imposible porque uso buenos productos. Como el espíritu es el mismo, cumplo años, pero no me hago mayor.

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