jueves, 14 de julio de 2011

Rafael Sanmartín: "Los auditores ni buscamos fraudes, ni analizamos todas las transacciones"

VALENCIA. We Are The Champions sonó de fondo en la carrera profesional de Rafael Sanmartín (Valencia, 1965) socio-director de PwC (antigua PricewaterhouseCoopers), mientras se licenciaba en económicas y hacía sus primeros pinitos empresariales montando dos pubs de éxito en Benicàssim y Valencia. Lleva 20 años en PwC y aunque tuvo tentaciones en su juventud de cambiar de empresa no lo hizo. Se siente muy identificado con su trabajo en el que cada día hay más competencia para un único mercado. Es muy deportista. Le encanta el tenis, el paddel y se le dan bien los arroces. Hasta que conoció a su mujer en Altea pasaba los veranos en Benicàssim, ahora es la costa alicantina la que ve crecer a sus hijos de 14 y 11 años.

-¿Qué hace un fan de Freddy Mercuri en el mundo de las auditorías?
-Uf!... Eso digo yo. Ya me gustaría cantar como él. Si hubiera tenido su voz seguro que me hubiera dedicado a la canción. Mis mejores sentimientos siempre surgen con la música.

-Por cierto ¿antes de la auditoría le tentó el mundo empresarial?
-Bueno. En mi época de estudiante montamos dos pubs que fueron toda una institución. Uno en Benicàssim, 'Villa María', y otro en Valencia '¿Qué ves?', por la zona Xuquer. En ambos casos empezamos yendo de fiesta y acabamos gestionándolos. Fue la época que se pusieron de moda los snaps, ganamos dinero, pero nos pusieron tantas multas que aun después de cerrar tardamos varios años en pagarlas.

-¿Cree que hoy en día siguen habiendo empresas que se resisten a ser auditadas?
-Más que de empresas hablaría de personas. Hay empresas que aun habiendo sido auditadas en varias ocasiones al cambiar su interlocutor se resisten y lo ponen difícil.

-¿Esa resistencia oculta motivos?
-No siempre. A veces es una simple cuestión de estar desbordado de trabajo. Pasar una auditoría requiere mucho tiempo y no es complicado si te facilitan la información. Ahora, si los datos te los suministran con cuentagotas todo se complica.

-¿Una empresa auditada tiene más credibilidad?
-Desde luego ofrece una imagen más razonable de lo que es esa compañía. Los auditores no vamos ni buscando fraudes, ni analizando todas las transacciones económicas, porque sería imposible y tampoco es nuestro papel.

-Sin embargo tienen fama de levantar alfombras...
-Intentamos que la información que ofrecemos tenga una garantía adicional. Hoy en día la contabilidad es interpretable porque por desgracia los legisladores que establecen las normas contables se olvidaron de su aplicación práctica, de ahí las múltiples interpretaciones de las normas y las consultas al regulador. Esto que parece una tontería está al orden del día.

-¿Hay suficiente mercado en Valencia para que exista competencia en su sector?
-Sí. La competencia es feroz. Lo notamos tanto en el área de auditorías como en asesoría y consultoría que se ofrece desde PwC. Es feroz en un mercado donde los servicios profesionales no están tan bien pagados como en Europa. La crisis y la competencia han obligado un proceso de ajuste muy fuerte. Además existe un exceso de capacidad, muchos auditores y poco mercado.

-¿Cuál es el precio medio de una auditoría?
-En Valencia hablamos de un término medio de entre 15 y 25.000 euros.

-¿Las pymes se animan a auditar sus cuentas?
-Las que facturan casi seis millones de euros y tienen 50 trabajadores están obligadas a pasarla, pero hay muchas que piden ser auditadas para obtener más credibilidad ante los bancos. De hecho así es como empezó la auditoría. Las empresas veían en ello un valor añadido.

-¿El futuro de la auditoría está escrito o se sigue debatiendo?
-Actualmente nos cuestionamos si se puede mejorar y cómo el informe que emitimos, así como hasta qué punto son entendibles por todos, si debemos emitirlos vía on line y sobre el tipo de pruebas que realizamos para crearlos. El futuro está garantizado, pero la metodología y el tipo de informe probablemente evolucionarán.

-Ustedes participan con RTVV en el diseño de modelo de la futura televisión valenciana, ¿por dónde andan sus recomendaciones?
-Es un tema que todavía se está analizando, y aun tardará un par de meses, por lo que no podemos actualmente emitir una propuesta. En todo caso la intención es proponer un modelo de televisión sostenible en base al que se estructurarán las medidas que consideren conveniente adoptar.

-Ersnt & Young tiene a Juan Costa y PwC a Jordi Sevilla, ¿existe trasfondo político?
-No. Como organización somos apolíticos y nos gustaría que se nos siguiera viendo así. De hecho hemos tenido profesionales de cualquier tendencia política. Nuestros fichajes están muy estudiados. En el caso de Jordi Servilla se trata de un profesional muy involucrado en lo que llamamos crecimiento inteligente, un tema muy interesante para el futuro de las empresas.

-El baile de sillas es habitual en las este tipo de empresas, ¿nunca le han propuesto cambiar de marca?
-Cuando era más joven sí. De hecho se suele buscar a los profesionales entre tres y diez años de experiencia, pero luego cuando te identificas con los colores de tu casa y has sudado la camiseta es más difícil que te busquen. Me podría ver fuera de España, pero trabajando en otra cosa, si fuera en lo mismo no podría.

-¿Qué entiende la gente cuando les dice que trabaja en PriceWaterhouseCoopers?
-Sobre todo no pueden pronunciarlo a la primera y nos confunden con Westinghouse. Recuerdo a dos compañeros que cada vez que asistían a una convención se paraba la cola de inscripciones cuando decían: "¡Hola! Somos Abilio y Abdón de PriceWhaterhouseCoopers". Hace un par de meses se ha cambiado la marca a nivel mundial y nos hemos quedado solo con las iniciales PwC.
-Por cierto ¿hace doblete trabajando en la Fundación Gent per Gent?
-Más o menos. Es una fundación con espíritu de ONG que se dedica a apoyar la investigación médica para las enfermedades. Surgió entre RTVV, la Consellería de Sanidad, Bancaja y nosotros con el fin de recaudar fondos para la investigación biomédica. Llevamos tres años emitiendo por RTVV este tele maratón y para mi es una experiencia increíble.
-¿Qué invierte más, dinero o tiempo?
-Ambas cosas, pero sobre todo horas porque es un proyecto que lo he visto nacer y le tengo cariño.
-¿Qué es lo que más le encanta del fin de semana?
-No me gustan las rutinas. Tengo muchos grupos de amigos, vecinos... y cada vez hago algo diferente. Unas veces juego al tenis o al paddel con amigos o mi hijo, otras hago paellas, se me dan bien los arroces, pero no la cocina.

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