miércoles, 2 de mayo de 2012

Javier López Mora: "No puede haber diversas representaciones empresariales porque no hay espacio para todos"

VALENCIA. Intenso, denso y con muchos frentes abiertos. Así resume el secretario general de la Confederación de Organizaciones Empresariales de la Comunidad Valenciana (Cierval), Javier López Mora (Alicante, 1959) su presente laboral.
Una actividad que comparte impartiendo clases de Derecho Mercantil en la Universidad de Alicante. Ha negociado numerosos convenios colectivos, asesorado empresas y participado en numerosos proyectos europeos. Asegura que "tendremos el estado de bienestar que nos podamos pagar"; que "endeudarse ya no es el camino" y que sin estímulos al crecimiento económico los recortes y ajustes nos dejarán famélicos.
Un futuro en el que las organizaciones empresariales tendrán que trabajar más, ser más eficaces, con menos recursos y menos personal. Dice que la sociedad ha sido muy generosa con los bancos y que hay que atarlos en corto. "Reciben el dinero al 1% y lo dan al 5%. Tienen un negocio redondo y sin despeinarse". Tiene cuatro hijos. Su válvula de escape es hacer entre 80 y 100 kilómetros en bicicleta cada fin de semana. Se relaja con la música clásica de la que se considera un melómano.
-¿En tiempos de crisis las patronales son necesarias?
-Sin duda. Tenemos un papel vital que cumplir y somos un instrumento insustituible en el diálogo y articulación social. Ahora somos más necesarias que nunca. Otra cuestión sería preguntarnos si el actual modelo hay o no que cambiarlo. El futuro pasa por un uso más eficaz de los recursos, que son más bien escasos y aún lo serán más. La existencia pasa por adaptarse a trabajar y ser eficaces con menos recursos y menos personal.
-Menos recursos, menos personal...¿la misma eficacia?
-Hay que intentarlo. Y nos va a pasar a todos. Ni el modelo social que tenemos, ni el democrático se entendería sin la presencia de los agentes sociales. Es verdad que actualmente vivimos tiempos difíciles y que el mismo modelo que nos ha permitido crecer, ser influyentes y tener mayor presencia nos puede llevar al desastre. Nos tenemos que reinventar.
-¿En el reinvento patronales y sindicatos estarán más cerca?
-La relación entre patronales y sindicatos ha contribuido a vertebrar mucho más la sociedad, la paz social y tener un desarrollo democrático sin parangón. Pero es cierto que ahora todos nos tenemos que reinventar. Habrá que reducirse y seguir siendo precisos y exactos en la defensa y reivindicación de las necesidades sociales en el ámbito empresarial que son el motor de crecimiento del desarrollo y bienestar. Mire, o la salida de la crisis es a través de las empresas o difícilmente vamos a salir de ahí. Lo que no tiene sentido es que cada patronal tenga repetidos todos los esquemas de servicio cuando pueden ser compartidos. ¿Qué sentido tiene? Creo que la representación empresarial está excesivamente atomizada, y hay que adelgazar y compartir recursos. Estamos condenados a entendernos y compartir recursos para seguir desarrollando nuestra función. No puede haber diversas representaciones porque no hay espacio para todos.
-De profesor a dirigente empresarial sin pasar por la empresa, ¿cómo lo ha hecho y qué caso le hacen los empresarios?
-Siempre he tenido una vocación docente y mis pinitos directos en el sector fueron como asesor jurídico de empresas. Desde muy joven me vinculé con las organizaciones empresariales y la Universidad. En cuanto a los empresarios, y más los de la Comunidad Valenciana, se caracterizan por ser autodidactas por lo que es difícil que se dejen asesorar. Para ello necesitan confiar y saber que la persona que les da ideas es coherente, inteligente y fiable.
-Dicen de usted que dado su perfil dialogante se le requiere para frenar quiebras, ¿qué piensa usted y cómo lo consigue?
-¡Ojalá! impidamos quiebras y sobre todo las dificultades financieras que estamos atravesando. La experiencia siempre es un grado y en mi caso la tengo, tanto en diálogo social como en negociación colectiva. El éxito también depende de ser una persona fiel a la palabra dada.
-¿Cuál es el requisito clave para el diálogo?
-La coherencia. Ni la variabilidad, ni ser una persona mercurial. Todo lo contrario. Para poder confiar se necesitan personas con comportamientos equilibrados, ecuánimes y estables.
-Para usted ¿hacia dónde caminamos?
-Me gustaría saberlo, pero me atrevo a pensar que nada volverá a ser como antes. Las organizaciones empresariales hemos vivido una época de bonanza con un modelo que nos ha hecho crecer, pero ahora nos puede matar. Era un modelo de un solo cliente y hay que abrirse y empezar a vivir de nuestros propios recursos. Esto implica reconvertirse. Primero la administración tendrá que solventar la deuda que tiene con nosotros y a partir de ahí cambiar la dinámica de representación empresarial. Que a buen seguro será distinta.
-Me pregunto por qué nunca se ha dicho en voz alta lo que ahora se reclama tanto, como la deuda de 25 millones que la Administración tiene con las patronales. ¿Por qué se ha esperado tanto?
-La Administración nunca se ha caracterizado por el cumplimiento de sus deberes en el pago. Dicho esto, y señalando que nuestro nivel de interlocución con ellos ha sido bueno y lo sigue siendo, hemos recurrido a otras técnicas más discretas para reclamar esta deuda. Siempre hemos sido colaboradores leales con ellos. La característica de las organizaciones empresariales es tener una actuación discreta. No somos dados ni alharacas, ni grandes manifestaciones...nuestro diálogo es continuo y exigente porque hemos cumplido con todas nuestras obligaciones, pero ahora el incumplimiento de la Administración está poniendo en peligro nuestra propia existencia.
-La mayoría de economistas sugieren que nada puede crecer con políticas de austeridad y recortes que impone Europa y que por ese camino no hay futuro, ¿qué sugieren ustedes para cambiar ese modelo? Y ¿qué medidas de crecimiento se pueden abonar en este campo de recortes?
-Estábamos sobrepasados en todos los sentidos en un 30% por lo que ese ajuste era necesario realizarlo. Entiendo que estas medidas se tenían que haber adoptado hace dos años. También que sólo con medidas de ajuste y austeridad, de este calvinismo rampante impuesto, y sin que vengan acompañadas de comportamientos de estímulo será más difícil salir. El estímulo llega por la inversión, pero los presupuestos generales del Estado no lo contemplan. Hay que gestionar mejor. El sistema autonómico es una mimesis de la administración central, pero sin eficiencia de servicios. Es una duplicidad que no nos podemos permitir. De los presupuestos tanto del Estado como de la Comunidad Autónoma el 75% se lo llevan dos capítulos y el 25% los demás, pues hay que revisar ese 75%.
-¿Qué recomendaría a los intrépidos jóvenes que quieran montarse un negocio este año?
-Si la oferta de empleo público va a ser inexistente, no cabe más que la iniciativa privada, pero carecemos de las bases para desarrollar un tejido productivo que genere un nuevo tipo de sociedad.
-Se habla también y mucho de que caminamos hacia un nuevo modelo económico, pero ¿qué modelo?
-Exacto, ¿qué modelo? Se están introduciendo cambios en el modelo, pero ahora mismo no hay soluciones claras porque nadie las tiene. Los que dieron unas ideas han tenido posteriormente que explicar por qué se equivocaron.
-¿A los dirigentes patronales también les han reducido el sueldo?
-Nos lo hemos reducido todos. Y estamos dispuestos a realizar los sacrificios que nos consta que están realizando todos los sectores.
-¿De qué ha prescindido usted en su vida cotidiana?
-Me he ajustado mucho, pero de todos modos siempre he sido bastante austero. Tanto en mis gustos, aficiones y forma de vida. Es evidente que si antes tenías dos semanas de vacaciones y salías más, ahora salgo y viajo menos. Tengo cuatro hijos, de 5, 11, 13 y 17 años, y con tanta familia es más difícil gastar a tutiplén o tener lujos asiáticos.
-¿A la banca hay que atarla en corto?
-Sin duda. No se entiende a veces que algunas cajas de ahorro publiquen beneficios extraordinarios y poco tiempo después hayan tenido que ser intervenidas. Por lo menos los sistemas reguladores funcionan bien. La banca tiene que cumplir su función, y tenemos que recordarles que ellos son depositarios del dinero y que por tanto deben permitir que el dinero fluya. Si la administración pública no puede tener iniciativa, la banca, con todas las garantías y revisiones de créditos solventes, deben permitir este flujo y más en un tejido empresarial como el valenciano compuesto en un 95% por Pymes. Para la banca es cómodo percibir el dinero al 1% del Banco Central Europeo y dejarlo a los Estados al 5%. Es un negocio redondo y sin despeinarse. Lo malo es que esa medida fue adoptada por el Banco Central Europeo para incentivar el crédito... La sociedad ha sido muy generosa con los bancos.
-¿Dónde se ha ido el dinero?
-El dinero es lo más miedoso que hay. Aparte de los innumerables excesos que se han cometido, el dinero está a la espera. Se crean expectativas de que todavía hay un cierto recorrido a la baja y esperan para encontrar los chollos...La codicia es consustancial al género humano y todos los movimientos especulativos que no generan riqueza y hemos vivido se deben a esto.
-¿La reforma laboral creará empleo?
-Ninguna reforma crea empleo. Ninguna. El empleo lo crean las empresas, los sentimientos de confianza y el empuje económico. La función de la reforma laboral es hacer perder el miedo a las empresas para contratar y dotarlas de métodos para subsistir en momentos difíciles.
-Una reflexión, ¿los ajustes del Gobierno impedirán la intervención?
-Los ajustes son dolorosos, pero una intervención sería peor.
-¿Hay empresas que no les afecta la crisis?
-Sí, hay algunas que están inmunizadas. Son aquellas que han incorporado un valor añadido a sus procesos de producción, las que han sabido internacionalizarse, las que no dependen del consumo interno, las que no se apalancaron financieramente...éstas sortean con mayo holgura esta situación.
-¿Cómo se divierte en tiempos de crisis?
-Sigo siendo un melómano empedernido y acudo a los acontecimientos que ofrecen en Alicante y los de las magnificas instalaciones que hay en Valencia, que ya veremos si se pueden pagar. También tengo otra pasión que conservo desde que era joven que es la bicicleta. Todos los fines de semana pedaleo, con un grupo de amigos, entre 80 y 100 kilómetros. Antes hacía más.

jueves, 19 de abril de 2012

Ernest García García: "Nadie sabe cómo parar la máquina del desarrollo sin dar paso al caos"

VALENCIA. "La sociedad industrial ha rebasado el límite del desarrollo económico y ya se empieza a hablar de una cuesta abajo inevitable en la producción económica. La cuestión está en si ese descenso se hará de manera ordenada o si, por el contrario, dará paso al caos". Ernest Garcia García (Alicante, 1948) catedrático de Sociología en la Universidad de Valencia y exdecano de la Facultad de Ciencias Sociales, considera que la era del desarrollo económico tiene costes sociales y ambientales: con él se gana poder adquisitivo pero se pierde calidad en los contactos humanos.
Experto en políticas medioambientales, conflictos socioecológicos, sostenibilidad, e impacto ambiental del consumo, entre otros campos, dice que "quienes vienen ahora con el cuento de que no pueden ser ecológicamente responsables porque la economía "va mal" deberían explicar por qué no hicieron nada cuando iba "bien". Dice que la ciudad ideal es aquella en la que se consigue vivir una vida con algo de sentido, libertad, amar, ser útil y obtener por ello un poco de reconocimiento... "pero puede que esa ciudad no tenga más que unas cuantas calles".
-¿El desarrollo económico ha convertido a las ciudades en espacios sostenible?
-No. Más desarrollo económico no comporta más bienestar, sino menos. El desarrollo tiene siempre costes sociales y ambientales: con él se gana poder adquisitivo pero se pierde calidad en los contactos humanos.

-¿Entonces?
-Hay más dinero para pagar cuidadores de niños y ancianos, ir a restaurantes, viajar en automóvil... pero falta tiempo para disfrutar de los hijos o de una lenta comida con los amigos. Dedicamos tiempo en ganar más dinero a costa de sacrificar los contactos humanos y destruir el medio ambiente. Actualmente las pérdidas superan a los beneficios. Más crecimiento ya no produce mayor bienestar, sino al contrario. El desarrollo se convierte en una condena y ya no es deseable. El problema es que ya nadie sabe cómo parar la máquina sin dar paso al caos.

-¿Valencia está a años luz de ser un ejemplo de sostenibilidad?
-Valencia tiene aspectos con los que ya cuenta como sus espacios naturales y tierras, la Albufera, la huerta. Y otros por desarrollar aún más como la conservación y rehabilitación de espacios ya construidos en lugar de asfaltar nuevas superficies. Pacificar las calles, facilitar los desplazamientos a pie, en bicicleta o en vehículos de uso público, fomentar el reciclaje... que convierte a las ciudades en espacios sostenibles. De todos modos hoy se está muy lejos de conseguirlo. Es cierto que a medida que el petróleo vaya escaseando y encareciéndose, las ciudades no tendrán más remedio que caminar en esa dirección. La clave es que el cambio se hará por la fuerza, conflictivamente y en desorden, cuando la transición podría ser ordenada y menos traumática de lo que tememos que será.

-Entonces ¿el petróleo es otro límite?
-Sí. Por el hecho de que se agota el petróleo barato, de que la atmósfera no puede absorber más dióxido de carbono sin recalentarse en exceso o de que el ritmo de extinción de especies supera el que se produjo cuando la desaparición de los dinosaurios. Aún faltan diez o quince años para que esos efectos sean visibles, pero seguramente se han traspasado ya los límites que los hacen inevitables. La era del desarrollo se ha acabado. Las propuestas constructivas no se refieren ya al desarrollo sostenible o cosas así, sino a las diferentes versiones del postdesarrollo, a cómo se podría conseguir que la inevitable cuesta abajo sea más o menos ordenada y próspera.

-¿Se necesitan piterpans para cambiar esta situación?
-No, sólo hace falta algo de sensatez. No hace falta negarse a envejecer para seguir manteniendo la esperanza. En realidad, la insostenibilidad es sobre todo una cuestión de exceso (más grande, más rápido, más y más y más). No creo que sea una cuestión de edad pero, de alguna manera, es la gente mayor la que puede decir más fácilmente: "ya tengo bastante".

-¿Quiénes tienen más responsabilidad en la creación de espacios sostenibles, los políticos o el mercado?
-Los políticos. El espacio urbano se planifica, y la planificación fija los límites dentro de los que el mercado puede funcionar. Lo que habría que explicar es por qué hace tanto tiempo que la política ha abdicado y va a remolque del negocio fácil. Eso ha llevado a la sociedad valenciana a la profundísima crisis actual. Es corrupción y especulación, sí, pero antes de eso ha habido una renuncia indecente a la primacía de la política.

-¿La crisis afectará negativamente a la economía verde?
-No más que a la marrón. Frenará la generalización del consumo de algunos productos ecológicamente más benignos y potenciará el consumo de los más baratos, aunque no sean nada "verdes". Pero, en realidad, ha tenido que llegar la recesión para que las emisiones de gases de efecto invernadero se moderen un poco. El impacto sobre el medio ambiente se ha reducido algo al frenarse la economía. Así están las cosas. Suele decirse que sólo cuando la economía va bien hay recursos para ocuparse del medio ambiente, y que éste se olvida cuando la economía flojea. Pero lo cierto es que la última fase de crecimiento económico explosivo, desde 1995 a 2007, fue ecológicamente desastrosa. Quienes vienen ahora con el cuento de que no pueden ser ecológicamente responsables porque la economía "va mal" deberían explicar por qué no hicieron nada cuando iba "bien". Hay demasiada hipocresía en estos asuntos.

-¿Cree que la economía española y en concreto la valenciana es ecológicamente eficiente?
- No, es espantosamente ineficiente. Tengo datos para parar un tren de estudios hechos durante veinte años. Lo cierto es que los costes ambientales (el consumo de recursos y la generación de residuos) han aumentado más que el PIB y que la población. Eso exactamente es la ineficiencia ecológica.

-¿Cómo se alimenta y vive una sociedad con un crecimiento de población reconocido por los expertos como insostenible?
-Pues si llega a ser efectivamente insostenible, no se alimenta. El problema es que la mayoría de los expertos, de forma bastante imprudente a mi juicio, dicen que no hay un gran problema demográfico, y que la población del mundo se estabilizará a tiempo. Lo cierto, sin embargo, es que en 2050, si la población del mundo llega a los 9.300 millones como apuntan las proyecciones de Naciones Unidas, habrá en promedio 0,16 hectáreas de tierra cultivable para cada habitante del planeta. Y eso quiere decir que el problema será peliagudo, especialmente si para entonces el mundo se ha adentrado ya a fondo en la fase descendente del suministro de petróleo y gas. Tal vez pueda resolverse, pero la injusticia y la desigualdad ya hacen que demasiada gente pase hambre hoy. Si llegan a sumarse injusticia, desigualdad y sobrepoblación... demasiados nubarrones en el horizonte...
-¿Para usted el futuro es como una botella medio llena o medio vacía?
-¿Qué importa cómo veo yo el futuro? Sobre todo lo veo incierto e impenetrable. En lo que queda del siglo XXI habrá cosas hermosas y cosas horribles, como siempre.

-¿Por dónde habría que empezar para vivir en sociedades más responsables y conscientes?
-Tota pedra fa pared. Que cada cual comience por donde más le duela o por donde más ilusión le haga.

-Cuestiones como el agua, la luz, el gas... ¿seguirán creando crisis económicas en los hogares?
-Sí. Los tiempos en que el agua y la energía eran abundantes y baratas han pasado.

-¿Cómo se puede caminar hacía un modelo de bajo consumo?
-De eso ya se encargan Rajoy y Fabra con los recortes y las reformas laborales. Se ha pasado de una economía de casino, irreal y despilfarradora, a una economía de pillaje, de saqueo, de sacar dinero a la gente como sea para transferirlo a los mismos que han creado el desastre (los cuales, seguramente, van a seguir malgastándolo). Imponer sacrificios sin dar ejemplo desde el Gobierno, en un clima civil y político que es todo menos edificante, es una receta bastante segura para algo muy malo. Da miedo. De todas formas, intuyo que su pregunta iba por otro lado. Moderar el consumo es parte de la receta para un mundo más ecológico (siempre, claro está, que todo lo demás vaya en la misma dirección, lo que no es el caso).

-¿Cuál es su aportación personal en este sentido?
-Mi salario también se resiente de los recortes... Vale, responderé la pregunta, pero me fastidia un poco hacer elogios del ascetismo en estos momentos. Hace mucho que no tengo coche.

-¿En casa del herrero cuchillo de palo?
-Sí claro, tengo un buen saco de contradicciones. Como más de lo necesario y paso demasiado tiempo enchufado al ordenador.

-¿Cuál es su ciudad ideal y por qué?
-Supongo que, en el contexto, la pregunta podría interpretarse como qué ciudad me parece sostenible. Y no lo sé, elegiría rasgos de muchas ciudades diferentes. Desde luego, la Valencia de hoy no es sostenible (ni, por cierto, Benidorm, ni Barcelona...). Por lo demás, la única ciudad ideal es aquella en la que se consigue vivir una vida con algo de sentido, la libertad, amar, ser útil y obtener por ello un poco de reconocimiento... y puede que esa ciudad no tenga más que unas cuantas calles.

-Desde su perspectiva sociológica ¿qué espera y cómo será la sociedad de este siglo?
-La perspectiva sociológica, precisamente, aconseja no meterse a profeta. Me parece que, en este siglo, la humanidad ha de hacer frente a dos tareas que, con toda propiedad, pueden calificarse de titánicas: alimentar adecuadamente a una población de más de 7.000 millones y encontrar una matriz energética alternativa a los combustibles fósiles. Así que intriga y emoción no faltarán.

-Un libro que recomiende para ampliar conciencia.
-Leer, leer y leer. Me niego a recomendar un solo libro, ni aunque sea el mejor.

jueves, 2 de febrero de 2012

Alfonso Roig: "Hice tratos con Urdangarín y cumplió su parte: fuimos nosotros los que fallamos"

Alfonso Roig (Valencia, 1980) es el pequeño de los siete hermanos y hermanastros de su amplia familia. Tímido y poco amigo de entrevistas, dice que con un miembro en su casa saliendo en la prensa, su padre Francisco Roig, es suficiente. Estudió BUP en un colegio americano en Suiza, empezó Empresariales en Madrid y se licenció en el Politécnico de Valencia. No se considera un alumno brillante. De hecho cuando tuvo que decidir entre seguir estudiando o trabajar no lo dudó. De su primer pinito empresarial aprendió lo que no tenía que volver a repetir. Ahora está inmerso en otro proyecto de Roig Grupo Corporativo que dirige su padre y que ha abierto en el número 10 de la calle Pizarro de Valencia el primer parking automático, donde una pinza hidráulica, estilo Matrix, puede llegar a colocar 200 vehículos en estanterías.
-¿A quién se le ocurrió la genial idea de montar un parking "robocop" en Valencia?
-A mi padre. Hace cinco años en un viaje a Corea un amigo mío le enseñó estos parking y cuando regresó no dudó en ponerlo en marcha. Ha sido un proceso largo y con muchas complicaciones, pero hace dos semanas que lo inauguramos. Estamos contentos y aunque lo hayamos abierto inmersos en esta crisis vemos que la gente repite.
-Pero... ¿es fiable?
-¡Sin duda! Lo pusimos en marcha por una cuestión de espacio porque pasamos de poder ofrecer 75 plazas de aparcamiento a 200. Además son cómodos, nunca te quedas sin poder salir o entrar del coche, no te das rascones con los pilares... El aparcamiento parece un escaparate y las pinzas hidráulicas se encargan de levantar y bajarlos automáticamente. ¡Ah! y si no hay contratiempos en minuto y medio recoges o dejas tu coche.

-¿Usted siempre quiso ser empresario?
-Creo que sí. En todo caso mi padre siempre nos dejó claro a nosotros que el que no quisiera estudiar tenía que trabajar. Opté por trabajar y a los 21 años empecé a hacer mis pinitos empresariales.

-¿Con qué?
-Empecé aquí como aprendiz de todo, hasta que mi padre me dijo un día: tienes que empezar de cero y poner algo en marcha. El proyecto fue un cibercafé. Un desastre. A los seis meses se cerró y aprendí lo que no tenía que hacer, ir deprisa y más sin saber si el negocio iba o no a gustar. Eso sí, fue el más grande, el más bonito y tenía los mejores ordenadores. Pero no salieron los números. A partir de ahí decidí seguir aprendiendo en Roig Grupo Corporativo.

-Con 30 años y un nuevo negocio en marcha ¿cuál es su visión de la situación actual, cree en el futuro?
-Sí. Pero es verdad que las personas mayores no ven nada claro lo que ocurre, es más, en las reuniones en las que participio siempre escucho decir que las ideas se tienen que desarrollar ahora fuera de España. Nadie apuesta por invertir aquí. Mi visión es la contraria. Creo que sí que hay que invertir en España. Estuve un año trabajando en Argentina y no considero que tengamos nada peor que otros países. Hay que intentar hacer las cosas aquí y creérnoslo.

-¿Su experiencia en Latinoamérica fue positiva?
-No. No me gustó el estilo de las personas a la hora de negociar, ni la falta de seriedad con la que cierran acuerdos. Los españoles tenemos una imagen profesional y seria fuera de aquí, pero no coincide con la que ejercen otros. Digamos que en nuestro caso no nos adaptamos a ese estilo de negociación.

-¿Pesa mucho el apellido Roig, siendo hijo de Francisco Roig y sobrino de Juan y Fernando Roig?
-Para mi es un apellido de grandes empresarios y me gustaría seguir en esa línea. El tiempo es el dirá si estamos a la altura, porque desde luego el listón está muy, muy alto. Mi padre siempre dice que si los hijos fueran como los padres, entonces el hijo de Dalí pintaría como él y carecerían de valor los cuadros. Todos somos distintos y también los tiempos.

-Estuvo en el Hércules C.F y acabó con una querella a Enrique Ortiz, ¿se ha despertado en alguna ocasión pensando de la que se salvó?
-Sí, aunque nunca mi nombre estuvo vinculado a él. Creo que le dimos muy buenas ideas y cuando no les fueron útiles nos empezaron a arrinconar. Tuvimos la suerte de irnos bien y si se interpusieron querellas fue más bien porque no nos dejaron ejercer los acuerdos firmados. Fue una pena porque el proyecto era muy bueno y Alicante se merece tener un equipo en primera división.

-Lo comparó con un presidente de república bananera, ¿sigue pensando lo mismo?
-Aquello fue un pronto y han pasado más de cinco años por lo que todo se olvida.

-¿Cambió el fútbol por la ganadería?
-No, siempre hemos tenido caballos. Mi padre ha llegado a tener de todo. Vacas, cerdos, gallinas, caballos... a mí siempre me han gustado y hace unos años empezamos a criar caballos de pura raza española. Es un hobby, no un negocio.

-Aún siendo un hobby ganan muchos premios...
-Sí, pero de momento solo me presento a los campeonatos regionales de pura raza española de doma clásica. Últimamente ganamos como mejor caballo criado en la Comunidad Valenciana y estamos pensando en dar un salto y acudir al campeonato de España. Es difícil porque compites con apellidos de peso.

-¿Los caballos de la Comunidad Valenciana pueden competir con los andaluces?
-Sin duda, tenemos caballos para ganar cualquier campeonato. Son caballos bellos y con buen carácter. Los campeonatos en los que participamos son como un pase de modelos ecuestre en el que se puntúa la morfología y los movimientos.

-¿Cabalga?
-Sí, pero no me gusta. Me gusta más criar las yeguas, ir cruzándolas y ver que vamos mejorando la raza.

-Ha sido directivo de un club de fútbol y es ganadero de pura raza española, ¿conoce a alguna folklórica?
-Pues no. No conozco a ninguna, ni las he conocido en ningún acto social.

-¿Qué le da más satisfacciones, el balón o el caballo?
-El caballo sin dudarlo. El fútbol me encanta y hasta que me casé lo veía todo, primera división, segunda, liga italiana, inglesa...pero mi mujer me dijo que era un poco demasiado. Llegamos a un acuerdo sólo ver partidos buenos.

-Su grupo empresarial trabajó para Urdangarín, ¿qué le pareció esta persona, se veía venir?
-La verdad es que personalmente me pareció una buena persona y el acuerdo que alcanzamos con su empresa se cumplió, en nuestro caso falló el proyecto. Se contrataron sus servicios para dar a conocer nuestros campos de golf entre grandes empresarios. Ellos cumplieron su parte y se interesó mucha gente, pero desgraciadamente no se ejecutaron y no tuvimos el producto a punto para vender. Personalmente me cayó muy bien.

-¿Cree que nos las pueden dar con queso?
-Supongo que como mi padre ha sido un personaje público y he leído tantas barbaridades y mentiras sobre él que intento no creerme todas las cosas que se publican en la prensa. Prefiero vivir pensando que es una buena persona hasta que se demuestre lo contrario.

-¿Conocer y casarse con Patricia Bonilla es algo así como cumplir "el sueño americano"? Así se titula un blog en el que han colgado un vídeo de su boda...
-Es de un primo mío, loco de Internet, que nos hizo un vídeo muy bonito. Y con Patricia desde luego fue un flechazo. La vi y supe inmediatamente que era la mujer con la que quería estar. Llevamos cuatro años y hace un mes nació nuestro primer hijo, Alfonso también.
-Por cierto, en el tema de la fertilidad ¿ha intervenido su suegro, Fernando Bonilla, fundador del Instituto Valenciano de Infertilidad?
-No, por ahora no ha hecho falta.

-¿A él se le deben muchos hijos?
-Pues sí, mucha gente nos dice jocosamente: "¡Mira, ese es hijo de tu suegro!" Es muy buena persona y estoy encantado con mis suegros.

-¿O sea cree en el destino?
-Pues como me va tan bien voy a empezar a creer.

-Y ya puestos, ¿cree que vamos a salir de ésta, cómo?
-Si cada uno arregla su espacio, su casa, reduce costes y ajusta sus gastos hay que posibilidades de salir antes de ésta. En nuestro caso hemos reducido las horas de trabajo. Somos una empresa familiar y hemos intentado, pese a tener menos carga de trabajo, mantener los 30 puestos laborales.

martes, 3 de enero de 2012

Enrique Selva: "Hemos pasado de ser aquellos locos con sus locos cacharros a no parar de instalar paneles"

VALENCIA. Aboga por la energía 2.0 y la democratización verde de las compañías eléctricas. Eólicas, biomasa y fotovoltaicas, ésta última de la que sabe mucho, son a juicio de Enrique Selva, consejero delegado de la empresa IM2 Energía Solar, el futuro. Los consumidores podrán generar su propia energía y la sobrante venderla a la red. En cinco años dice que el panorama energético volverá a cambiar. Para él, el país mas verde es Alemania tanto por la energía que consume como por las empresas que operan en su territorio. Es padre de un niño de tres años que ya sabe lo que es la energía fotovoltaica, aunque solo señala al sol cuando se le pregunta. Le encanta jugar al pádel, practicar bicicleta de montaña y leer biografías de grandes personajes.

-¿Por qué convirtió a la fotovoltaica en su referente?
-A muchos ingenieros industriales como a mí nos atrae mucho el tema energético. En mi época revolucionó las aulas la fusión fría con la que pensábamos que íbamos a conseguir energía gratis y limpia. No fue así. La energía siempre está en fase de expansión e investigación.

-¿La energía convertida en empresa fue algo heredado de su familia?
-Para nada. Mi padre es psicólogo y mi madre maestra. Mi interés fue personal.

-Si en temas energéticos seguimos buscando ¿qué líneas de investigación le atraen?-El futuro energético se divide en dos caminos. Uno va hacia una energía más sostenible, esto es, limpia y segura. Que no falle. En estos tiempos los cortes de luz que todos hemos vivido alguna vez parecen el fin del mundo. Vivimos muy enganchados a la energía y llevamos mal que falle. Además el sistema tiene que ser descentralizado.

-¿Cómo por ejemplo?-Vivimos en un oligopolio basado en grandes centrales nucleares, de gas y petróleo que generan mucha energía distribuida por redes eléctricas. Para nosotros el segundo camino nos lleva a una energía 2.0, más democrática. Está basada en un mayor número de centrales de menor tamaño, distribuidas por toda la geografía a base de paneles solares, molinos eólicos o biomasa.
-¿Esto cambiará la figura del consumidor?-Sin duda. Con el modelo antiguo el consumidor tiene un suministrador que le factura cada mes energía y punto. El consumidor 2.0 podrá generar su propia energía.

-¿Será fácil democratizar el oligopolio?-Los cambios socialmente importantes siempre cuestan tiempo. Afortunadamente la globalización permite al consumidor informarse y provocar cambios. Pasó con Internet y los móviles. Hoy no se puede vivir sin ellos.

-¿Cuándo tendremos la posibilidad de generar nuestra propia energía y reducir las facturas?-No tardará mucho. En cuestiones fotovoltaicas estamos muy avanzados y en poco más de cinco años estará muy extendido. Cuando empezamos en 2003 éramos casi como aquellos locos con sus locos cacharros, hoy no paramos de instalar paneles solares.

-¿Todos azules?-Bueno...¡ejem! podemos cambiar el color, pero el azul es el más eficiente para captar y mantener el calor. Además es el color natural que surge al fabricar la célula solar.

-¿Supone un gran ahorro esta clase de energía?-Bastante y en algunos casos se puede generar el 100% de la energía. Pero por término medio se ahorra un 25% de la facturación. De todos modos estos años he comprobado que muchas empresas ya no sólo buscan invertir en estos temas por cuestiones económicas sino también por sostenibilidad.

-Por ejemplo ¿cuánto me costaría disponer de este servicio?-La inversión mínima es de 50.000 euros, por un periodo asegurado de 25 años en el que además recibe una prima de inyección. Es decir la energía que genera y no consume la vende a la Red. Te conviertes es una pequeña compañía eléctrica.

-Acontecimientos como el de Fukushima ¿ha disparado el interés por las renovables?-Desde luego. Creíamos que la energía nuclear era segura porque nadie había pensado que un terremoto fuera capaz de desconectar el sistema principal de alimentación y que un Tsunami destrozara el sistema auxiliar. El sol, por el contrario, es un valor seguro.

-¿Cuál es el primer país europeo en materia de renovables?-Curiosamente Alemania, y eso que no tienen tanto sol. La utilización de las energías renovables está vinculada con una mayor conciencia ecológica social. España está ya a esta altura, pero nos ha costado desarrollarla.

-¿Hay mucha competencia entre las renovables?-Como la puede haber con las no renovables. En términos generales el hecho de ser renovable no significa que seamos antinucleares. Creemos en una sustitución paulatina de las fuentes que nos han suministrado luz durante tantos años. Algo que, por ejemplo, ha anunciado Alemania que irá cerrando sus centrales nucleares mientras crece en renovables en un proceso que culminará en 2020. Ya no somos cuatro locos los que lo reclamamos sino gobiernos como Japón, Suiza, Bélgica, Alemania e Italia.

-¿El futuro, entonces, será más verde?-Estoy totalmente convencido. Pero el cambio llegará a través de las personas porque está comprobado que las cumbres mundiales no sirven para nada. La acción individual de la gente colocando molinos o paneles solares cambiará el futuro. E irá a más porque cada vez es más barata.

-¿Se podrá reducir también el consumo?-Sin duda. Actualmente la energía que no se utiliza para autoabastecerse desde la planta fotovoltaica se vende a Red Eléctrica que la redistribuye colocándola dónde es más eficiente.

-¿Practica con el ejemplo?-Por supuesto. Vivo en un adosado en el que instalé paneles. Y cómo genero más energía de la que consumo la vendo.

-¿Cómo?-Por ejemplo IM2 alquila techos a empresas comerciales donde colocamos paneles solares. Genero energía y la vendo a la Red de la que se autoabastece la empresa comercial.

-¿Es posible que un ciudadano se beneficie de esta energía sin colocar paneles solares en su tejado?-Sí. Por ejemplo una persona que viva en la Avenida Aragón y quiera tener energía solar no necesita tener instalados los paneles solares en su tejado. Yo le vendo un pedazo de techo, que viene a costar 50 euros por cada 100 m2 al año, colocados en otro lugar. Este techo le puede abastecer el consumo de su hogar y proporcionarle un negocio al vender energía sobrante. El alquiler viene a ser un 6% de lo que genera la planta. De todos modos estamos hablando de un nuevo concepto que la gente no sabe que existe.

-¿Por qué cree que cuesta tanto ponerse de acuerdo en materia política?-El cambio de modelo energético no puede llegar de mano de los políticos porque tienen demasiados intereses con corporaciones a las que no interesa democratizar la energía. Llegará por la gente que querrá energía más limpia, barata, segura...En las cumbres cada país tiene sus propios intereses que chocan con los de los demás. Por ejemplo Francia es un país cuyas centrales nucleares construyen las de todo el mundo.

-¿Sin subvenciones las renovables pueden vivir?

-Más bien creo que ha existido un tema mediático falso y utilizado políticamente. Las renovables perciben una tarifa por la energía que generan, no una subvención. Esto ha servido para incentivar su uso y reducir el coste. En fotovoltaica, por ejemplo de cada panel puesto se ha reducido su coste hasta un 60% en 5 años. Es una reducción brutal. Otra cosa que nadie dice es que la riqueza generada se devuelve al país. Un último estudio habla de 500 millones anuales que percibe el Estado gracias a las renovables.

-¿Las renovables y el mundo verde estresan?-Pues sí, pero en cuanto puedo me relajo jugando al pádel. Aunque como mi pareja de juego es otra empresa de la competencia, no siempre lo consigo. ¡Es broma! Jugamos desde hace años. Tengo un niño de tres años, que también me consume mucha energía, pero dentro de nada se vendrá conmigo a practicar bicicleta de montaña. Es buenísimo para mantener el equilibrio mental.